¿Sabia usted que el Rey De Argel tiene un lunar debajo de la
nariz? Sí… se lo vi ayer cuando vino a visitarme, me dio a su hija como esposa,
pero no me gustó, era un dama modelo, no consumía alcohol, no fumaba drogas y
ni siquiera tenía una novela que ver a las 9 de la noche. ¿Y yo que voy a hacer
con ella? Bonita, inteligente, educada y además me amaba, a mí a el rey del
blog, príncipe del teatro. Todos me
adoran, me abrazan, me rezan y me llevan a mi palacio, blanco, como siempre me
gustó, con almohadas, lleno de súbditos con jeringas y comentarios ¡oh! Qué
bonitos comentarios me dejan todos.
Así, exactamente así, en un mundo tan rutinario, lleno de
aburridos y locos que se encierran por temor a Dios (aquí en México también se
le llama gobierno) no hay otra salida, no puedes hacer nada para cambiar tu
destino que se ha encargado de tatuar
en tu piel; “prole” “feo” “asalariado” Tú eres sólo un tapete y
de la entrada no vas a pasar, claro, servirás para que los demás, los que Dios
ha iluminado, puedan pasar y hasta limpiarse las malas vibras (o mierda dependiendo del rumbo) en ti, en ese tapate
que ni siquiera volteas a ver pero que saben todos que está allí, sin nombre.
Esa es la historia en la que se envuelve en “Diario de un
Loco” siempre con ilusiones de pasar de la entrada, de ser alguien más, sin un
amigo de Dios que lo pueda sacar de allí y con un cuerpo humano, mente que aún
nadie puede entender se volvió loco, o eso es lo que dicen las malas lenguas,
yo lo vi muy cuerdo. ¿Qué piensan ustedes? Vayan y me dicen quién es el loco.
Con un actor digno de estar en un teatro enorme cobrando lo
que un “famoso” es con quien se presenta
esta obra teatral.
Jorge Prado Zavala actor que acreditó su doctorado en la
Universidad Autónoma de La Ciudad de México con la tesis “Sobre el arte del
actor” capaz de impresionar a cualquiera en los primeros dos minutos de su
actuación (si no lo hace le regreso su dinero). Un claro ejemplo que las
mejores puestas en escena no siempre se presentan en grandes teatros con
butacas elegantes y precios exorbitantes.
En este caso en un cuarto con unas veinte sillas de fiesta y
teniendo al actor a menos de 2 metros de distancia, un actor que se convierte
en un loco y si tienes suerte puede que te vomite, que te seduzca o se esconda
entre tus piernas.
La locura está ubicada en la “La Casa de Cultura Las
Jarillas” en Av. Plutarco Elías Calles
esquina con Sur 109. A una cuadra del metro “Coyuya”, justamente enfrente del
metrobús “Canela” (Línea 4) Justamente aquí
Funciones todos los domingos a las 18:00 ENTRADA GRATUITA,
lleguen temprano, recuerden que hay máximo 25 asientos por función.
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