jueves, 8 de noviembre de 2012

Teatro/Diario de un loco

¿Sabia usted que el Rey De Argel tiene un lunar debajo de la nariz? Sí… se lo vi ayer cuando vino a visitarme, me dio a su hija como esposa, pero no me gustó, era un dama modelo, no consumía alcohol, no fumaba drogas y ni siquiera tenía una novela que ver a las 9 de la noche. ¿Y yo que voy a hacer con ella? Bonita, inteligente, educada y además me amaba, a mí a el rey del blog, príncipe del teatro.  Todos me adoran, me abrazan, me rezan y me llevan a mi palacio, blanco, como siempre me gustó, con almohadas, lleno de súbditos con jeringas y comentarios ¡oh! Qué bonitos comentarios me dejan todos.

Así, exactamente así, en un mundo tan rutinario, lleno de aburridos y locos que se encierran por temor a Dios (aquí en México también se le llama gobierno) no hay otra salida, no puedes hacer nada para cambiar tu destino que se  ha encargado de  tatuar  en tu piel;  “prole”  “feo” “asalariado” Tú eres sólo un tapete y de la entrada no vas a pasar, claro, servirás para que los demás, los que Dios ha iluminado, puedan pasar y hasta limpiarse las malas vibras (o mierda  dependiendo del rumbo) en ti, en ese tapate que ni siquiera volteas a ver pero que saben todos que está allí, sin nombre.

Esa es la historia en la que se envuelve en “Diario de un Loco” siempre con ilusiones de pasar de la entrada, de ser alguien más, sin un amigo de Dios que lo pueda sacar de allí y con un cuerpo humano, mente que aún nadie puede entender se volvió loco, o eso es lo que dicen las malas lenguas, yo lo vi muy cuerdo. ¿Qué piensan ustedes? Vayan y me dicen quién es el loco.

Con un actor digno de estar en un teatro enorme cobrando lo que un “famoso”  es con quien se presenta esta obra teatral.

Jorge Prado Zavala actor que acreditó su doctorado en la Universidad Autónoma de La Ciudad de México con la tesis “Sobre el arte del actor” capaz de impresionar a cualquiera en los primeros dos minutos de su actuación (si no lo hace le regreso su dinero). Un claro ejemplo que las mejores puestas en escena no siempre se presentan en grandes teatros con butacas elegantes y precios exorbitantes.

En este caso en un cuarto con unas veinte sillas de fiesta y teniendo al actor a menos de 2 metros de distancia, un actor que se convierte en un loco y si tienes suerte puede que te vomite, que te seduzca o se esconda entre tus piernas.

La locura está ubicada en la “La Casa de Cultura Las Jarillas” en  Av. Plutarco Elías Calles esquina con Sur 109. A una cuadra del metro “Coyuya”, justamente enfrente del metrobús “Canela” (Línea 4) Justamente aquí 
Funciones todos los domingos a las 18:00 ENTRADA GRATUITA, lleguen temprano, recuerden que hay máximo 25 asientos por función.

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