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Desde mi última entrada de Vaivén VS Bahidorá, no había acudido a ningún evento masivo musical (Nocierto me llevaron a Cuarteto de Nos) y esto se debe a que desde hace algunos años me he decantado por asistir principalmente a festivales, pues la relación de calidad/precio y la magia de descubir nuevos géneros me han llevado por ese camino, es decir, en palabras comunes; el dinero, el maldito dinero es la principal causa por la que prefiero ver a 10 bandas diferentes que a una.
Sin embargo en estos dos casos en particular, es imposible disfrutar la complejidad del show de manera masiva, pues el arte, como un buen whisky se debe tomar en pequeños sorbos para dejar que el paladar se inunde con los sabores, algo así sucedió en ambos conciertos, se necesita un promedio de tres días (o más) para degustar qué es lo que acabamos de ver/escuchar/sentir y cómo vamos a integrarlo en nuestra vida cotidiana, si es que eso es posible. Pero qué es lo que pasó en realidad, vamos a comenzar con lo que ambos eventos comparten para después comparar sus aciertos y errores en particular.
1.- Diseño de escenario
Llega un momento en la vida de todos los grandes en donde lo que se ha inventado ya no alcanza para expresar la magia que llevan dentro, este es el principal factor por la que no podríamos disfrutar en su totalidad de un concierto masivo de Björk o King Crimson, pues las bocinas, micrófonos, luces, instrumentos musicales e inclusive el propio piso en el que se desempeñan son planeados y detallados en su más pura escencia para que no exista ningún elemento fuera de lugar y como en una buena película todo cuaje perfectamente en nuestro cerebro.
En el caso de Björk, la cineasta y pionera del nuevo cine argentino Lucrecia Martel fue quien se encargó de todo el diseño de la experiencia visual y sonora, el espectáculo montado en una carpa a la medida, funcionaba como una auténtica sala de cine la cual contaba con bocinas en los costados y proyectores especiales que se encargaban de que no importando el lugar, disfrutaras al cien por ciento todo lo que la artista tiene para ofrecer.
Por el contrario en King Crimson la delicada combinación de los instrumentos hacían imposible que un ingeniero de audio cualquiera lograra capturar la totalidad de la banda, pues elementos como el Chapman Stick de Tony o los múltiples juguetes que de la nada sacaba por debajo de su batería Pat Mastelotto, reinventan un género en el que prácticamente no hay nada que se le pueda agregar ¿O si Fripp?
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2.- Experiencia Visual/Auditiva
Otro de los elementos que es muy difícil de lograr en un concierto masivo, es el balance perfecto entre lo que se ve y lo que se escucha, yo sé que los fuegos artificiales de un buen DJ o los efectos de luz que una banda alternativa son muy buenos y aparecen justo en el momento en el que la canción llega a su clímax llenándonos de emoción. Pero a lo que yo me refiero es a algo más sutil y a la vez más poderoso, algo que rara vez se puede lograr cuando luchas por que el de a lado no te pise, que es el cerrar los ojos por un momento y cambiar por completo la concepción de lo que está sucediendo.
En ambos casos esto se logra con una ambición sobre natural, la cual se logra con un montón de policías que cuidan que ningún milennial saque su celular, podría decir sin temor a equivocarme que la sensación que te causa el estar frente a frente con un show tan musicalmente cuidado es todavía más profunda que el consumir alguna droga, pues todos los sonidos que se producen giran alrededor de tu cabeza en una lucha constante por provocar un deseo, un recuerdo, una persona o hasta una forma de cambiar al mundo. Además los sonidos se producen con tanta solidez que nos lleva al tercer punto de esta lista de generales.
3.- Complejidad musical
¿Cómo reinventar una canción escrita hace 20 o más años? Algo que además se puede escuchar con una excelente calidad cuando quieras y cómo quieras en cualquier plataforma llámese YouTube, Spotify, CD's o Vinil. La respuesta que ofrece Björk junto con KCr se llama deconstrucción, regresar al inicio, al nacimiento de una canción, improvisar un solo ¡O tres! de batería, el afinar tonos en la ducha y poco a poco ir retomando el proceso de creación de una obra maestra.
Esto que puede parecer una travesía divertida, se vuelve un gran reto para el espectador quien acostumbrado a escuchar lo más pulido de la remasterización, se envuelve en un dilema de corear o no una secuencia musical que ha escuchado más de cien veces pero nunca notó en esa versión tan rupestre. Lo cual al final del concierto logra esa sensación de destrucción del cánon para llevárnos a algo más allá de las grabaciones arregladas por computadora una y otra vez.
Björk (Experiencia 360°)
Que el concierto haya sido en el parque bicentenario no fue gratuito, a diferencia de su último concierto en el Auditorio Nacional, la propuesta fue mucho más acertada, ya que combina con todo el concepto de lo que quiere transmitir Cornucopia. Que es el fusionar la complejidad de la naturaleza con lo más avanzado en tecnología. Entrar y salir a un concierto de Björk en medio de flores y árboles bien cuidados nos inunda un poco más en esta realidad que no solemos apreciar cotidianamente.
Otro acierto en particular fue la protesta ambiental que proyectó a mitad del concierto a modo de intermedio, la protesta hecha en una proyección 3D completamente alucinante, mostró a niña Greta Thunberg quien platicó un poco de lo que hace para salvar el mundo, te dejo su TedTalk aquí
Lo único que a mi gusto pareció simplemente demasiado fue su espectáculo visual, quizá mi mente no entrenada no era capaz de concentrarse en todo, pero es que simplemente pasaban demasiadas cosas al mismo tiempo, perdí la cuenta de las veces en la que no distinguía a la Artista entre todo el elaborado escenario, los hongos, hadas, insectos, presencias y demás mosntruos pasaron por mi mente al igual que salieron, con un enorme wow que aún hoy, no logro distinguir de manera concreta.
Por último, se ha dicho que es simplemente el espectáculo de la década, algunos diarios lo definieron como un "Show salido de otro planeta", quizá tanta parafernalia les bastó, como a aquellos críticos que aprecian lo que no entienden y lo alaban como arte, pero a mí simplemente no me llenó, no me mal entiendan, el espectáculo sin duda cambió mi perspectiva musical de lo que es un concierto, pero al haber asistido a sus conciertos anteriores, su exposición digital y en general seguir su trabajo, te das cuenta de que simplemente, y tan sólo por lo que cobró, pudo haber hecho algo mejor.
King Crimson (La maestría atemporal)
Es difícil hablar de una banda que simplemente no me tocó, no crecí con ella ni mucho menos la escuchaba por herencia como muchos de ustedes quizá lo hicieron, es por ello que ver el Teatro Metropolitan en más de un cincuenta por ciento plagado de octagenarios se volvió parte de la experiencia (sobre todo la de la fila del baño) es verdad que el lugar no se llenó y que gracias a eso pude ver el concierto prácticamente en la zona VIP sin haber pagado una millonada.
Pero es que no importa que no conozcas de memoria las canciones de sus trece álbums o la trayectoria musical de los más de veinte grandes músicos que han pasado por sus filas, porque la escencia de hacer música de manera magistral es lo que importa, disfrutar la precisión con la que las notas se acomodan y mezclan con los sonidos más extraños salidos de una nave espacial producidos por la guitarra y sintetizador de Robert Fripp. Canciones mezcladas con una improvisación increíblemente planeada ¡Qué paradoja! pero que al final te da la sensación de que no hay nada más, ellos llegaron a la epítome de lo que es musicalmente posible.
Quizá, la mejor frase para describir este concierto es el clásico dicho "Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo" pues ni el mismísimo Diablo inmortalizado por Primus en The Devil Went Down to Georgia es capaz de ganarle en coordinación y maestría a los detalles interpretados por cualquiera de los siete músicos que integran hoy en día King Crimson, una experiencia única en la vida el poder ver y esuchar a artistas tan destacados coordinados por la batuta en forma de bajo que lleva Tony Levin , el cual te lleva a pensar en los conciertos Paganini y su supuesto pacto con el Rey Carmesí, digo Rey de las Tinieblas.
Veredicto
Sin duda en lo personal yo pondría por arriba el concierto de King Crimson, simplemente por la pureza musical con la que afloran los sentimientos y ponen la piel chinita, pero también destaco mucho la manera en la que Björk se desapega de su etiqueta de cantante musical para convertirse en toda una flor (literal y metafóricamente) con pétalos llenos de talentos tan diferentes, las siete artes concentradas en un sólo escenario y llegando a su máxima expresión en tan sólo dos horas, como pionera en este tipo de espectáculos la admiro demasiado, aunque estoy seguro que con el tiempo otros artistas sabrán imitar y hasta mejorar este concepto musical/teatral, algo que en King Crimson será muy difícil de ver, pero no lo sé, lo supongo. Sólo el tiempo dará la razón
Lo que me llevo después de varios días de análisis por ambos shows es lo importante que es poner atención, esto que es tan común pero que con el tiempo se ha convertido en una virtud más que un hábito, difuminándose mientras estamos pensando en el trabajo, la escuela, nuestros problemas o inclusive los problemas de alguien más.
Estos conciertos nos recuerdan lo importante que es, ver a alguien que ha dedicado su vida entera, miles de horas concentrados en una sola tarea para que al final el resultado logre un pequeño cambio en nuestras vidas cotidianas. Por eso si llegaste hasta el final de esta entrada te felicito, eres parte del 4% que Nicholas Carr denomina lector de profundidad, todo un mérito en esta era, que al igual que los melómanos que escuchan aún un álbum completo sin saltarse alguna canción, son capaces de pensar diferente, te dejo un artículo al respecto en este link.
Leo sus comentarios tanto aquí como en mi Twitter @Shh_aban
¡Piensen diferente, escuchen y lean a profunidad!
Björk (Experiencia 360°)
Que el concierto haya sido en el parque bicentenario no fue gratuito, a diferencia de su último concierto en el Auditorio Nacional, la propuesta fue mucho más acertada, ya que combina con todo el concepto de lo que quiere transmitir Cornucopia. Que es el fusionar la complejidad de la naturaleza con lo más avanzado en tecnología. Entrar y salir a un concierto de Björk en medio de flores y árboles bien cuidados nos inunda un poco más en esta realidad que no solemos apreciar cotidianamente.
Otro acierto en particular fue la protesta ambiental que proyectó a mitad del concierto a modo de intermedio, la protesta hecha en una proyección 3D completamente alucinante, mostró a niña Greta Thunberg quien platicó un poco de lo que hace para salvar el mundo, te dejo su TedTalk aquí
Lo único que a mi gusto pareció simplemente demasiado fue su espectáculo visual, quizá mi mente no entrenada no era capaz de concentrarse en todo, pero es que simplemente pasaban demasiadas cosas al mismo tiempo, perdí la cuenta de las veces en la que no distinguía a la Artista entre todo el elaborado escenario, los hongos, hadas, insectos, presencias y demás mosntruos pasaron por mi mente al igual que salieron, con un enorme wow que aún hoy, no logro distinguir de manera concreta.
Por último, se ha dicho que es simplemente el espectáculo de la década, algunos diarios lo definieron como un "Show salido de otro planeta", quizá tanta parafernalia les bastó, como a aquellos críticos que aprecian lo que no entienden y lo alaban como arte, pero a mí simplemente no me llenó, no me mal entiendan, el espectáculo sin duda cambió mi perspectiva musical de lo que es un concierto, pero al haber asistido a sus conciertos anteriores, su exposición digital y en general seguir su trabajo, te das cuenta de que simplemente, y tan sólo por lo que cobró, pudo haber hecho algo mejor.
King Crimson (La maestría atemporal)
Es difícil hablar de una banda que simplemente no me tocó, no crecí con ella ni mucho menos la escuchaba por herencia como muchos de ustedes quizá lo hicieron, es por ello que ver el Teatro Metropolitan en más de un cincuenta por ciento plagado de octagenarios se volvió parte de la experiencia (sobre todo la de la fila del baño) es verdad que el lugar no se llenó y que gracias a eso pude ver el concierto prácticamente en la zona VIP sin haber pagado una millonada.
Pero es que no importa que no conozcas de memoria las canciones de sus trece álbums o la trayectoria musical de los más de veinte grandes músicos que han pasado por sus filas, porque la escencia de hacer música de manera magistral es lo que importa, disfrutar la precisión con la que las notas se acomodan y mezclan con los sonidos más extraños salidos de una nave espacial producidos por la guitarra y sintetizador de Robert Fripp. Canciones mezcladas con una improvisación increíblemente planeada ¡Qué paradoja! pero que al final te da la sensación de que no hay nada más, ellos llegaron a la epítome de lo que es musicalmente posible.
Quizá, la mejor frase para describir este concierto es el clásico dicho "Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo" pues ni el mismísimo Diablo inmortalizado por Primus en The Devil Went Down to Georgia es capaz de ganarle en coordinación y maestría a los detalles interpretados por cualquiera de los siete músicos que integran hoy en día King Crimson, una experiencia única en la vida el poder ver y esuchar a artistas tan destacados coordinados por la batuta en forma de bajo que lleva Tony Levin , el cual te lleva a pensar en los conciertos Paganini y su supuesto pacto con el Rey Carmesí, digo Rey de las Tinieblas.
Veredicto
Sin duda en lo personal yo pondría por arriba el concierto de King Crimson, simplemente por la pureza musical con la que afloran los sentimientos y ponen la piel chinita, pero también destaco mucho la manera en la que Björk se desapega de su etiqueta de cantante musical para convertirse en toda una flor (literal y metafóricamente) con pétalos llenos de talentos tan diferentes, las siete artes concentradas en un sólo escenario y llegando a su máxima expresión en tan sólo dos horas, como pionera en este tipo de espectáculos la admiro demasiado, aunque estoy seguro que con el tiempo otros artistas sabrán imitar y hasta mejorar este concepto musical/teatral, algo que en King Crimson será muy difícil de ver, pero no lo sé, lo supongo. Sólo el tiempo dará la razón
Lo que me llevo después de varios días de análisis por ambos shows es lo importante que es poner atención, esto que es tan común pero que con el tiempo se ha convertido en una virtud más que un hábito, difuminándose mientras estamos pensando en el trabajo, la escuela, nuestros problemas o inclusive los problemas de alguien más.
Estos conciertos nos recuerdan lo importante que es, ver a alguien que ha dedicado su vida entera, miles de horas concentrados en una sola tarea para que al final el resultado logre un pequeño cambio en nuestras vidas cotidianas. Por eso si llegaste hasta el final de esta entrada te felicito, eres parte del 4% que Nicholas Carr denomina lector de profundidad, todo un mérito en esta era, que al igual que los melómanos que escuchan aún un álbum completo sin saltarse alguna canción, son capaces de pensar diferente, te dejo un artículo al respecto en este link.
Leo sus comentarios tanto aquí como en mi Twitter @Shh_aban
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